lunes, mayo 25, 2020

62 dias de cuarentena / 1 semana de trabajo

Hoy inicio la segunda semana de retorno al trabajo en oficina, y esto ha tenido sus pros y sus contras.

Para mi ha sido favorable ya que por el momento me permiten trabajar 3 días desde oficina y los otros 2 días desde casa, también porque al permanecer tanto tiempo en casa estaba perdiendo la noción del tiempo, ahora siento que después de 2 meses sé con más precisión que día es; y ha sido desfavorable porque se ha agudizado mi síndrome de Sheldon Cooper: si antes yo sabía que la gente es indisciplinada y descuidada, pues esta nueva etapa de la convivencia laboral me lo ha reafirmado. 

De todas formas, yo sigo actuando como lo he hecho desde el primer día, con la precaución al 1500% porque el tema de la prevención contra este virus es que solo funciona si se realiza como trabajo en equipo, y pues al menos, yo seguiré haciendo mi parte.

En todo caso, me levanto todos los días muy agradecida con la vida porque mi trabajo sigue siendo una constante, en medio de una situación donde muchas personas no han corrido con la misma suerte.

lunes, mayo 11, 2020

56 dias de cuarentena + dia de la madre

Siento un poco de envidia de la gente que publica fotos lindas abrazandose con su mamá y dedicandole párrafos enteros de dulzura, donde les dicen lo importante que ellas son en su vida y cuánto la quieren. Podría apostar a que esto será posible en el futuro por parte de mi hijo (espero) pero yo no soy capaz de realizar estas hermosas publicaciones por un motivo importante: mi mamá y yo tenemos una relación demasiado complicada que necesita sanar.

Entonces, no me da la hipocresía para publicar que todo es color de rosas cuando no es así.

Es posible que la relación con mi mamá jamás se arregle, yo creo que a estas alturas ya he hecho todo lo que ha estado en mis manos para mejorarla, para que funcione, pero por su lado, las cosas son como son, ella cree lo que cree y casi 72 años después dificilmente va a cambiar de parecer.

Esto me ha ayudado a comprender y a aprender exactamente lo que no quiero ser y lo que debo corregir para ser una mejor mamá para Fede, así no mas. Siempre he dicho que uno también debe aprender de los errores ajenos, asi que eso si se lo puedo agradecer (?) y tal vez piensen que yo exagero o que soy "mala gente", pero la verdad crecer con la cantidad de problemas emocionales que yo crecí porque vivía en un mar de gritos, de negatividad y sentirme asi de abandonada y menospreciada, fue un asunto que afectó mucho a todas mis relaciones y que me ha llevado ya casi una década entender y corregir y pues, falta, pero en eso estoy. Yo siempre digo un poco en broma - un poco en serio - que mis hermanas y yo nos criamos solas, pero realmente así fue, su presencia fisica o no, realmente no estuvo nunca concentrada en nosotras.

Fede ha sido mi mejor maestro y el mejor hijo del mundo para mi, posiblemente sea el único que tenga, pero creo que la relación hermosa que él y yo tenemos puede compensar de largo la relación fallida que mi mamá y yo hemos tenido toda la vida. Y por esto estoy y estaré agradecida toda la vida.

viernes, mayo 01, 2020

46 dias de cuarentena

Pensé que tendría mas tiempo/ánimos para escribir mas.

Y en verdad me equivoqué.

Aunque en el lado amable he tenido tiempo de cocinar, comer, dormir y hasta trabajar con calma, bien lejos del apuro constante de mi rutina cotidiana.

Hay días en los que me siento un poco pegada al suelo, no tengo ánimos para hacer nada que no sea lo estrictamente necesario para sobrevivir, y hay días en los que soy una locomotora de ánimo. Pero todos los días, los mas brillantes y los más oscuros, pienso, que aun no estoy segura de cual es mi propósito en esta vida. Y eso, mas que cualquier otra cosa, me da vuelta a diario por la cabeza.

sábado, marzo 28, 2020

12 dias de cuarentena

Si fuera poeta, tendria en este momento un cuaderno lleno de versos y sonetos tristes; si fuera compositora, habria añadido canciones de amor y despedidas a mi repertorio, pero soy un simple ser humano, que se quiebra 2 veces por dia, y no por el hecho de estar confinada entre las cuatro paredes de la casa, no es queja, me quiebro porque el mundo con el que soñé allá afuera, se está resquebrajando por completo.

Dicen que los planes de Dios son perfectos, y no lo dudo, somos nosotros los imperfectos que no aprendemos aún a tener paciencia y a confiar. Tal vez el mundo que venga será mejor, no lo sé. Pero a pesar de que siempre me he considerado una optimista empedernida, hoy no me siento como tal. 

Como duele la noticia de esas personas queridas que se van, a las cuales no les puedes dar un ultimo adios, como duele no poder abrazar a sus familias para darles consuelo, y sobre todo, como duele no poder ir a abrazar a los vivos, a tus seres queridos, porque no es hasta que pasan estos eventos que uno no entiende la miserable particula que representamos en el universo, seres totalmente inconcientes y a la deriva de cualquier fuerza mayor, minusculos por completo.

Y solo ahi, con ese temor de enfrentar a la muerte sin previo aviso, es que uno comienza a aprender a agradecer, por esta vida, con sus altos y bajos, que ha sido en recuento una muy buena vida. Agradecer por lo aprendido, por lo vivido, por lo reido y lo llorado. Y a darse cuenta de la relatividad de las cosas y de la forma en que desperdiciamos el tiempo en quejas o enojos, que rebotan contra la pared y nos golpean en la cara, una y otra vez.

Llevo dias quebrada pero mantengo siempre la esperanza de que cuando todo esto pase, la luz del dia sera mas brillante, los encuentros mas significativos y nuestras prioridades mas sensatas.

Los abrazo con el alma y a la distancia.

PD: gracias por todo abuelo Wilson, te vamos a extrañar.


sábado, marzo 21, 2020

En epocas de cuarentena

En cuestion de 6 dias he pasado por una montaña rusa de emociones, primero el estado de alerta por saber que algo sobre lo cual no tengo en absoluto control venia, luego la preocupacion por no saber por donde empezar, entonces me dedique a limpiar - lavar - desinfectar en un loop infinito durante un par de dias, luego la rabia de tener que lidiar con mi señora santa madrecita, que al creerse inmortal, pretendia salir de la casa por cualquier excusa y veran, al final si ella viviera sola ya fuera su decision, pero estoy aqui yo sola (como adulto responsable) a cargo de ella (3era edad) y mi hijo de 9 años. Luego tristeza e incertidumbre, no siempre puedo pretender ser una mujer fuerte a la que no le afectan las emociones, la verdad es que me afectan, y mucho.

En este momento, he encontrado un poco mas de equilibrio entre el trabajo de casa y el que debo realizar para la oficina, he conversado con amigas, he leido un monton y me encuentro bastante mas tranquila. Supongo que mis niveles de ansiedad tambien iran subiendo conforme se vayan agotando las provisiones, pero eso es un problema que dejare para la Stefania del futuro, no hay mucho que yo pueda hacer por el momento.

Como todas las cosas de la vida, hasta los peores escenarios tienen un lado luminoso, y el mio ha sido hasta el momento poder descansar mejor, poder alimentarme mejor, adelantar un monton de trabajo de la casa asi como el de la oficina sin tener interrupciones casa 5 minutos. Esta cantidad de silencio me ha obligado a pensar, a meditar mucho y a cuestionarme, si lo que estoy haciendo ahora es lo que pretendo hacer el resto de mi vida. Aun no tengo la respuesta, pero al menos ya he logrado plantearme la pregunta. 

Hoy todo sigue viendose de cabeza, lejano y distante. Hoy pesa mucho la forma de ser de cada individuo para afrontar las adversidades. Es un poco ironico que esta pandemia nos este obligando a trabajar de forma personal pero con un objetivo comun. Aqui ya no vale si tu ego es mas grande que el mio, o si tu tienes mas amigos de la alta sociedad que yo. Aqui lo que va a importar realmente seran nuestras decisiones diarias y que entendamos como estas afectan no solo a los que nos rodean sino que tienen un efecto de onda a nuestro alrededor.

Tiempo de reflexion y de cambio obligatorio.

Quedense en casa y agradezcan a diario por el milagro de la vida.

Un abrazo.

viernes, enero 24, 2020

Este año pinta bomba.

Ya casi se acaba enero, y el 2020 vino como buque de carga con noticias y acontecimientos unos excelentes y otros difíciles de digerir. ¿Y yo que he hecho por mi vida? Pues básicamente trabajar y evitar que el tren de las injusticias se descarrile y me atropelle (otra vez). 

En este exacto punto de mi vida, he llegado a darle mucha importancia a la capacidad de vivir en gratitud. Pienso en la gente que lo tiene todo pero que nunca ha tenido que esforzarse por conseguir nada (lucky them), pienso en la gente (como yo) que lo poco que tiene se lo ha ganado con un montón de esfuerzo, y pienso en la gente que no se esfuerza, que le cae todo fácil y que no lo sabe apreciar, solo quejarse. Dentro de mi cerebro que funciona como una tabla de excel, no existe un proceso lógico para comprender a estos últimos seres, y me pregunto constantemente, si soy yo acaso el ser mas temático, incomprensivo y cuadrado que parió la madre tierra o si en serio la gente está loca.

Y vuelvo a pensar, en como volaron 24 días de este flamante año 2020 y yo aun no he logrado cambiar el mundo. Que los cambios comienzan por uno mismo dicen. Cierto, muy cierto. ¿Y cómo me pienso cambiar para que todo lo demás cambie? Esa es la parte complicada. En todo caso, ya tengo un par de propósitos definidos por los que debo comenzar, y supongo que el resto vendrá por añadidura.

2020 pinta como un año bomba.

Y por si se lo preguntaban (nadie, nunca) siempre escribo el titulo de las entradas al final. :)