Solo hizo falta una invitación por facebook a un evento , unos cuantos mensajes por whatsapp y la promesa de buena música y pizza.
Y listo. Me sacaron de la casa.
Y les dije "como he de quererlos que sali por ustedes".
Que cansada que estaba... si, que cansada que estaba!!
Pero estas oportunidades hay que vivirlas, y poder compartir estas experiencias que ahora quisiera bautizar como "re programación de vida" y poder vivirlas con mi retoño es algo que me llena infinitamente.
Yo que soy una mártir de la estabilidad, que baso mi vida en pasos cortitos y seguros, que escaneo mis decisiones con un riguroso examen de calidad antes de tomarlas. Y me doy cuenta, de todos los futuros y todas las opciones que puedo abrir en este momento para Fede y para mi solo con el hecho de tomar la decisión de ir a lugares nuevos y conocer gente nueva. Y a pesar de seguir dando pasos cortitos, al menos me atrevo a buscar caminos nuevos, mas bonitos, mas alegres y menos llenos de paradigmas.
Una terraza, un saxofón, un concierto de jazz. Velitas, manteles usados como mantas. Esa sensación de estar en un lugar realmente mágico y la música flotando y llevándonos a todos en un carrusel aéreo. Jugar sin que importe nada. A veces me pregunto ¿de donde salimos? ¿como es que nos juntamos? y siento que ya tenemos varias piezas aunque aun no sepamos como unirlas. Hoy le preguntaba a una amiga "¿has sentido que estas rodeada de la gente correcta en este momento?" y si somos espejos resulta, que me estaba preguntando eso yo a mi misma. Y bueno si. Es la gente correcta, y llegara mas gente después.
Al menos hay una parte de mi vida que esta tomando sentido y eso me pone super feliz.