lunes, septiembre 09, 2019

Malabares


Yo siempre repito como loro, una gran lección que aprendí siendo hija y que asimilé siendo mamá: hasta que a uno no le toca mantener una casa, no sabe realmente lo que significa administrar. Y bueno, esto tiene varios enfoques porque, puede que tengas la tarea de administrar una casa y que el dinero no sea tuyo, por ende no necesariamente aprecias el esfuerzo del que provee, también podría pasar que te toque administrar una casa y que te resbale, porque al final del día a ti solo tiene que importarte tu felicidad y los demás ahí verán como resuelven.

Pero yo apliqué la de: tuve unos papás que sacaron 0 en administración cuando era niña, tuve muchas restricciones y nulas oportunidades, y ahora que es mi turno de velar por mi hijo he decidido crear un escenario mas amigable para el, con mejores oportunidades, (y bueno, igual tiene restricciones porque tampoco me voy a desvivir comprándole todo lo que él ve en youtube.)

Mi mamá siempre ha sido muy partidaria del comunismo. Habla con ligereza sobre la comunidad, la solidaridad y el compartir, aunque a ella nunca le ha tocado cargar en sus hombros el peso de sostener a una familia. Toda decisión resulta fácil cuando se trata del dinero del otro.

El otro día conversaba con una amiga y le contaba, que me había puesto a sumar todo lo que yo pago mensualmente entre arriendo, alícuotas, alimentos, servicios básicos etc. y cuando le dije el monto, abrió los ojos y me dijo "COMO CARAJO HACES PARA ESTIRAR TANTO TU SUELDO?" Claro, ella está al tanto de que aparte aun estoy pagando la maestría, cosas del carro, pensión escolar y así. Y la verdad, no lo se a ciencia cierta, solo se que a mi me llevan en peso 2 motivaciones: 1ro las ganas de superarme y que mi hijo tenga la mejor vida posible, y 2do tratar de organizarme lo que mas pueda y ser la antítesis del desastre económico que fueron mis padres.

No solo se trata de tomar decisiones o hacer cambios, se trata de prever y afrontar las consecuencias de esas decisiones y sostener esos cambios. Mi familia tiene un concepto retorcido sobre lo que significa lealtad, creen que por ser familia estamos obligados a arreglarles los desastres que resultan de las malas decisiones que toman los demás. Verán, que llevo 34 años repitiendo la lección, y aun me cuesta entenderlo pero no, eso de que la familia siempre está ahí NO MATTER WHAT es una vil mentira. Porque todas las veces que he pasado "las de Caín", la familia aparte de darle "mucha pena" realmente no ha movido un dedo por solucionarme la vida, pero cuando ellos están hasta el cuello de problemas, uno se tiene que meter al lodo a salvarlos. Así que la lealtad nada tiene que ver con la consanguinidad, nada - nadita - nada.

En todo caso, el tema me abruma tanto que he tenido que venir a escribirlo acá (sino sería un hilo realmente aburrido en twitter). Lo único que espero es poder safarme ya por completo del sentimiento de culpa que me insertaron desde que nací.

Y a todo esto, cabe recalcar que en este post yo solo estoy hablando de la parte económica, no quiero ni comenzar a hablar sobre el tema del tiempo.