jueves, junio 30, 2016

Contrastes a la orden del día.

¿Les ha pasado, que de repente tienen un día bueno, super bueno, un día lindo... y al final del día un minúsculo evento lo arruina por completo?

Es una pena echar a perder tanta felicidad por un detalle insignificante, pero aunque se batalle en contra de ello, y se lo trate de ignorar, es como una espinita diminuta que fastidia insistentemente.

La gente no cambia, como dice Drexler "se es lo que se es, lo que siempre se ha sido"; y aunque tengan esos *momentos de claridad* y aparenten que todo esta en armonía, pues, eventualmente se cansan de usar la careta y simplemente vuelven a ser lo que son.

En este periodo, en que veo con mucha esperanza como aparece tanta gente en mi vida, como brillan luces que me guían, como las cosas se van acomodando poco a poco, a veces creo que mi optimismo me rebasa y que no puedo lidiar con los obstáculos tan rápido como quisiera. Les aseguro que hace 6 meses no hubiera pensado siquiera en lidiar con obstáculos, me hubiera puesto a llorar, pero ahora veo que comienza un proceso lento (pero seguro) en el que antes de amargarme, enojarme o darme por vencida, trato de pensar al menos 30 segundos en la decisión a tomar. Claro, esto no siempre me sale tan bien pero es mas de lo que he hecho toda la vida.

Y bueno. Del otro lado y dejando atrás los acontecimientos negativos, puedo decirles, que las fichas se van acomodando solas. Es un poco difícil confiar pero a veces toca hacerlo, y yo siempre he querido pensar que el universo tiene un magnifico plan de vida preparado para mi, y que es mejor de lo que yo puedo imaginar siquiera.

En este momento creo que estaría bien pausar todo y tener un tiempo de reflexión, a ver si se me aclara la cabeza un poco. Y también estaría bien un abrazo, eso nunca está de mas, de hecho.

domingo, junio 26, 2016

Potencia

El dia de ayer fue un dia con amigos. 
Algo sencillo, unas empanadas, un poco de guacamole, una pelicula.

El dia de hoy fue un dia con amigas.
Un desayuno casero y un monton de chismes atrasados.

Que linda es la vida cuando uno aprende a disfrutarla. 

Hay ciertos momentos en que pienso, que disfruto tanto de este estado de tranquilidad porque las aguas se ven mansas y no veo picos contrastantes que me desestabilicen (y como me gusta la estabilidad). Pero siento ahora, que para poder disfrutar realmente de la vida tengo que ser un poco mas osada, un poco mas atrevida. Claro, en un sentido netamente del aprendizaje, impulso y oportunidad, que no les vaya a volar demasiado la imaginacion. 

A pesar de todo, todos estos años, yo creo que realmente si he tenido una buena estrella con muchas cosas, han llegado a mi y no necesariamente ha sido porque yo he ido en busqueda de todas ellas (o si?). Pero ahora, el corazon me dice que es hora de lanzarse a mas, de atreverse a mas, de buscar nuevos horizontes.

Si este fuera un barco, creo que seria mi turno de comandarlo. Y claro, con el miedo de no ser capaz de cuidar a los que me acompañan en el viaje, estoy partiendo al encuentro de algo que he deseado por mucho tiempo, que aun ahora se ve borroso pero que se que algun dia alcanzare. Voy aprendiendo, voy creyendo y por primera vez en la vida, voy poniendo realmente atencion en el proceso. A veces me siento un robot, realizando tareas sistematicamente. Creo que es hora de cambiar ese patron. 

En las cosas mas sencillas he encontrado momentos de felicidad. Aun no entiendo por que me perdi de estas cosas tan maravillosas durante tanto tiempo. Pero ahora que mis ojos miran desde otra direccion y mi corazon siente con tanta potencia, estoy convenciendome que es mi momento para comerme el mundo y descubrirlo (y descubrirme).

Que buena sensacion.




lunes, junio 20, 2016

El post de la luna llena


No creo que sea coincidencia, que justo el día que tenemos esta gran luna de solsticio de verano, a mí se me ocurra repensar una vida entera.

Las últimas semanas ha sonado ese timbre, sobre vivir en comunión en cuanto a lo que se dice y lo que se hace. Lo que se siente y lo que se piensa. Y en comunión con uno mismo al no mentirse. NO MENTIRSE ni mentirles a los demás. Pero ¿hasta que limite esto de no mentirle a otro incluye darle toda la información que posees en tu cabeza (y a veces en tu corazón)? Pues yo creo que esa es la parte que me cuesta, porque yo pienso, pienso, repienso y lo vuelvo a pensar; y luego de una semana (tal vez) estoy segura de dar la octava parte de la información que he procesado. Esta ha sido una costumbre, o más bien un hábito de toda la vida, que abandone por una década entera, y ahora lo estoy retomando, no sé muy bien por qué pero tiene que ver con que uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice. El plus de el asunto, es que gracias a esto, a las peores situaciones las logro llevar de forma diplomática y hasta amena. ¿Hipocresía? No tanto así, más bien es un límite bien trazado para lograr vivir en paz.
Y el riesgo en todo caso, es que me pierda de las grandes oportunidades de la vida, esas que si no agarras se te escurren entre los dedos.
Pero ahora estoy sentada en el borde de la piscina tratando de reflejarme en el agua. Y aun no me decido a lanzarme porque creo que me falta encontrar algo más en mi reflejo. Aun no me encuentro del todo.
Hasta este punto tengo tantos sentimientos encontrados que siento que me falta poco para explotar, pero la impaciencia en el pasado me ha traído grandes problemas y creo que ya es momento de dejar de ignorar todos los aprendizajes que me ha traído la vida, a las buenas y a las malas.
Quiero quiero quiero. Sí, quiero muchas cosas, pero también debo hacer muchas cosas antes. Y la primera cosa que debo hacer, es reencontrarme conmigo misma, volver a enamorarme de mi misma, ser feliz por mí y por nadie más (¿qué pequeño el reto no?). Dicen que la vida es para vivirla, y yo he pasado 10 años muriendo de a poquitos. No quiero ser dramática pero es cierto, hace 10 años era una persona muy diferente, muy segura, podía comerme el mundo si me lo proponía. Hoy me limito a pararme en el rincón y esperar que algún alma caritativa me invite a bailar. Y DEBO DEJAR DE HACER ESTO. No puedo vivir así.

Pero la verdad es que a veces necesito un empujoncito, y de esos se encarga la vida siempre. ¿Sino como creen que estoy aquí escribiendo todo esto?

viernes, junio 03, 2016

Vaivén

Cuando se hace real y tangible la necesidad de mantener un equilibrio entre lo que se sueña y lo que se vive, es cuando miras hacia atrás y no entiendes como se puede forjar una vida completa en un extremo totalmente polarizado.

De la tierra al aire y del aire a la tierra y así. De vuelta, una y otra vez. Ese vaivén entre lo que se sueña y lo que se hace, lo que se planea y lo que se ejecuta. Ese vaivén equilibrado es lo que le da sentido a la vida.

El resto son solo puntos de vista.

El resto son solo paradigmas.

Y esa sensación de descubrimiento que te ilumina desde adentro y hace que la vida se vea nuevamente a colores. Esa sensación.

Yo siempre he dicho que todos los días hay que aprender algo nuevo para que sea un día bien aprovechado. Hay que aprender, y a veces hay que reaprender. Y después de aprender hay que poner en practica, y después enseñar y después aprender algo nuevo y así...

Y en medio de la luz a veces hay sombras, y en medio de la felicidad hay malgenios. Pero ahora lo puedo ver desde otro punto y reconocerlo. Y desde ahí me doy cuenta de que tengo aun tanto tanto que aprender.