miércoles, marzo 03, 2021

351 de cuarentena

 Llevo 9 meses sin publicar nada por aquí.

En este tiempo he tratado de mantenerme en equilibrio con mi diario vivir que ahora solo difiere de mi diario vivir de hace 2 años porque el enano recibió sus clases desde casa y porque ahora usamos mascarilla todo el tiempo. Por lo demás los trajines diarios del trabajo siguen siendo los mismos.

Trato de empujarme constantemente a generar nuevos planes e ideas, nunca me ha gustado sentirme estancada, pero noto que tengo cada vez menos energía para emprender algo. Es aquí cuando pienso que estoy enfocando mal las cosas, pero bueno, ahí sigo siempre porque no me gusta sentirme vencida.

He podido reafirmar en este tiempo mi sentir hacia las personas que amo, a las que quiero mantener en mi vida y a las que necesito alejar, al menos temporalmente. Se ha hecho muy evidente a mi alrededor, como la codicia cambia a las personas, las transforma en seres irreconocibles, a los que se les olvida que los bienes materiales son temporales, que van y vienen, y que los daños de sus acciones marcan a las relaciones de forma negativa. No deja de sorprenderme la facilidad con la que la gente toma decisiones absurdas que dañan a los demás sin pensar en las consecuencias a largo plazo.

Me gusta escuchar, me gusta aconsejar, me gusta dialogar siempre, creo firmemente que conversando se resuelven las cosas, pero no puedo vivir justificando las acciones de los demás sabiendo el daño que le pueden hacer a los que están a su alrededor.

Ando buscando mis caminitos complementarios, estoy saturada de pantallas y tecnología. Nunca he sido mucho de salir pero ahora realmente necesito desconectarme y tener contacto con la naturaleza. No crean que estoy deprimida ni nada por el estilo, simplemente siento que hay muchas cosas que me llaman a reflexionar y que ya no puedo ignorar aunque lo intente.