Las palabras son instrumentos interesantes.
Dependiendo de la emoción que esconden, pueden hacer al receptor vibrar de alegría, llorar de emoción, meditar profundamente o asombrarse. Esto observando solo los efectos positivos.
Las palabras cuando no son dichas, son como ácido. Te corroen en el interior lenta y dolorosamente.
Ayer fue un día único, de romper patrones y esquemas, de bailar sin cronometrar los movimientos, de dejarse llevar, de liberar emociones, de reencontrarse con gente hermosa, de fluir.
Y a veces, uno al soltar las palabras, no está esperando nada a cambio, mas bien, es una especie de necesidad por paz mental dejar de cargar con los pensamientos. Y sin esperar nada a cambio puedes obtener una sincera respuesta que proviene de la dulzura del corazón del interlocutor.
Ayer fue un día de romper patrones y de fluir! Y yo no podría estar mas contenta!
Gracias universo!
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